miércoles, junio 22, 2011


Soy una persona que tiene un blog hace un tiempo. Un blog en el que escribió durante todo ese tiempo, es grandes cantidades. Grandes cantidades de palabras, oraciones y párrafos. Párrafos y conclusiones hostiles; Párrafos y catarsis desmedidas de una desgracia de títeres y papel maché.

Párrafos y eso. Esas creaciones propias que hace que uno se crea a veces que han sido grandes inventos, y otras veces que han sido pérdidas. Pérdidas de tiempo, de plasticola y materiales. Gastos de recursos, hojas y horas tiradas a la basura en forma de palabras escritas detrás de una liñita-cursor que titila a la espera de nuevas bolas de péridas masivas.

Pero también soy una persona que hoy, tiene ganas de escribir y su cerebro de mosquito ya le da las indicaciones:

“Querés escribir. Andá a la computadora. Abrí Internet. Entrá a tu blog. Seleccioná: “Crear Entrada Nueva”. Escribí.”

Entonces abro el Word en un acto de vandalismo pensando que el sólo hecho de tener un blog y haber escrito mucho hace mucho y el que hoy no escriba más en el blog desde hace mucho también, me presiona. Me presiona de la idea de tener que escribir en el blog. El esquema cuadriculado de mi cerebro que me dice otra vez:

“Si querés escribir, tenés que hacerlo en el blog. Porque vos amabas escribir y cómo escribías y hoy cada tanto entrás a tu blog olvidado y releés y sentís que perdiste el toque. Entonces, cuando visitas a tu abandonado escritorio virtual, sentís que te gustaría recobrar ese toque, pero sabés que la destreza aquella está muy lejos, y no te deprimís, pero mirás con nostalgia el apasionado vínculo que tuviste con el plasmarlo todo. Entonces, hoy, ante el más mínimo vestigio de tu intención, con respecto a volver al ruedo, a volver a escribir y encontrarte con todo eso que te encontrabas antes, cuando escribías; Tenés que abrir tu blog, y usarlo de balde para vómitos, manotear la notebook bruscamente como manoteás el balde justo antes de vomitar, como último recurso.”

De todas formas…

Soy una persona que escribe en Word, porque la sola ventana de la nueva entrada de su blog abierta y expectante, le pone presión: “Decí algo interesante- dice la ventana- si querés demostrar que volviste, más vale digas algo bueno, hagas algo bueno, reivindiques el cómo te gustaban las palabras y decirlas y escribirlas-.”

Entonces huyo. Y escribo en Word. Para después subirlo al blog.

Es que es eso. Después voy a terminar subiéndolo al blog. En definitiva el blog se va a enterar de todas formas. Pero igual, lo escribo en Word. Y no dejo de pensar que nunca se puede saber a la perfección si uno en realidad volvió, o una parte de uno es la que se aferró a la raíz en la tierra, y otra la que se fue volando o la que se deshizo en retazos de olvido y perfume a limón.

0 comentarios: