viernes, junio 24, 2011

Antes hubieras vuelto. Antes hubieras vuelto y no me habrías dejado así. Hoy ya no se que viento pasóque se llevó todo, todo eso que había. Hoy pasan las cosas y vos decís "bueno me voy" y te vas. Y después no es que volvés. No volvés hasta que podés volver. Antes rompías las reglas por mi. Aunque sea una vez, si era necesario. Vos lo hacías necesario. Para vos era necesario volver. Era necesario para vos irte caminando con la cabeza tranquila. Antes volvías por que si no nada de lo que hicieras cuando te fueras podía salirte bien. Es más, nada podía salirte. Y yo no pedí en su momento ser así de necesaria. No lo pedí y terminé acostumbrándome a serlo. En su momento no sabía que tu necesidad iba a durar lo que dura una novedad. Yo era tu novedad y ahora no lo soy más. Ahora siento que soy como algo que respira, un alma deambulante por la casa, que va con vos de la cama al living. Del living a la cama, a la cocina si hay que cocinar y al resto de las habitaciones cuando nos disponemos a ordenar. Escribo sin esforzarme por lo estético. Escribo por que es lo único que puedo hacer, por que si escribo, a nadie le va a parecer molesto lo que pienso y siento una y otra y otra vez. Es como que te olvidaste. O no te olvidaste, pero te acostumbraste a mi, a quien soy, y en un sentido totalmente tedioso lo digo. Te acostumbraste a mi, a mi cuerpo, a mi voz, a mi forma. Hoy te vas y definitivamente te vas, y nada en mí ya te resulta lo suficientemente atrapante o importante como para retrasarte unos minutos siquiera. Tardé exactamente tres minutos y diecisiete segundos en escribir todo esto. Es como ir al baño ante la urgencia de ir al baño. Fumo compulsivamente, me como el cigarrillo, respiro como si fuera la ultima vez. Me aferro de la luz que siento que se apaga, me ahogo, me hundo, lloro, me brota el llanto sin poder contener, sin poder contener nada. Nada de esto puedo quedarmelo, me quema. Y pasan los minutos y te fuiste y no volves. Volvé a entrar por esa puerta, decime que no podés hacer nada si yo me quedo, si no estoy con vos. Me dijiste que te acompañe, me insististe, pero ya no lo puedo sentir verdadero. Me lo decís por que sabés que quiero que me lo digas. y ya es demasiado preámbulo. Ya esto es demasiado preámbulo. Que noche de mierda, me quiero acabar. No puedo soltar, como vos decías que tenía que soltar. Soltar qué? Que me queda si me suelto? NADA. Y si no suelto, me queda esto, todo esto. Por qué te quiero tanto? la re putisima madre que me re mil parió. Hay gente que sube por las escaleras del edificio, y unos segundos me hace creer que sos vos volviendo. Esa gente abre las puertas de sus casas que hacen retumbar la de la nuestra, y cuando tintinean las llavecitas, pienso que sos vos volviendo y estoy en la gloria. Pero pasan esos ruidos y vos no entrás. Y vuelvo a donde estaba. Vení, estoy al lado de la puerta, por favor volvé. Volvé que no sabes lo que te extraño hace tanto tiempo. No te das una idea de lo que es esto. No te das una idea de lo que necesito que me necesites como antes.

1 comentarios:

talita dijo...

no va a volver. nunca vuelven. es triste. llorá, fumá. pero empezá a dejar de esperarla. no va a volver. o cuando vuelva no te va a importar. haceme caso.