lunes, septiembre 07, 2009

Mañas (que no me permiten olvidarme quien soy)


Desatarse los cordones esa noche le resultó más extraño de lo normal. Su uña pulgar no entraba entre el pliegue de nylon. Pasó un largo rato hasta que reparó en el considerable lapso que pasó desde que se dispuso a efectuar al hazaña.
Cuando logró interrumpir el inoportuno abrazo funcional de los cordones, introdujo su dedo índice verticalmente por el talón, con el obvio y poco original objetivo de retirar el pié fuera del zapato; Y de pronto notó como si éste se hubiera encojido, como si su pié nunca hubiese sido su pié.
Estaba desnuda, sentada accidentalmente en la cama, y solo le faltaba quitarse los zapatos.


Aboyó el papel. La desnuda y sus zapatos murieron olvidados en el cesto de basura.
Tosió.
Mueca.
Levantó la vista de la nueva hoja en blanco de su anotador minúsculo.
Repitió para sí misma: SOY UN COMPLETO FRACASO.




2 comentarios:

Floripondia dijo...

Que buen escrito!

Yo también a veces, solo a veces, soy un fracaso completo.

Anónimo dijo...

y Otra celebración íntima a la entrada de este blog
y palabras e imágenes. y ventanas sin casas ni colectivos.
y Otro fracaso (menos) que deja rastros en mi.

elocasolamañana.