lunes, junio 15, 2009

El Primer Momento Después de la Primera Vez de Ese Momento


Ya han pasado exactamente seis minutos, veinticinco segundos. Accedí al experimento. Se me llena la garganta de una bola ácida impasable. Amargura a simple vista inocente. Pero me han dicho que produce algo.

Siete minutos trece, y una suerte de adormecimiento odontológico trepa mis maxilares vírgenes. Es el simple estado de no ser conciente de un estado del que supuestamente tendría que ser conciente. Me sudan las manos. Me resisto a creer que es eso.

Se consumió el cigarrillo. Qué rápido.

Otra vez la llegada a una nueva experiencia...y yo sigo sin entender el por qué de algunas devociones humanas. Peligro y placer, con eso jugamos. Eso es lo que buscamos, escarbando, en todas las cosas que suponemos van a exparcirnos el cerebro. A veces los deseamos tanto, que estamos dispuestos a empeñar algunos principios de toda la vida, bajando la cabeza, escondiéndonos de nuestra propia conciencia y de su cetro, y jugamos a ser otros, y jugamos con el bien conocido y sabido PELIGRO.

Nada que decir. O tal vez mucho, pero todo eso es parte de lo que me conforma. Osea, partículas de opiniones tan íntimas, que se tornan insaciables ante los intentos de completarnos del afuera.

No se si se entienda. Tampoco es mi intención ser tan específica. De hecho todo este párrafo esconde, en vez de enseñarse.

1 comentarios:

Paparulo dijo...

Qué genial lo que escribís y cómo lo escribís.