domingo, noviembre 01, 2009

Verónica.
Verónica y Luis.
Los dos celestes, los dos tan sólidos.
Que encierran relámpagos entre sus labios. Rompen hechizos.
Juegan de noche.
Verónica, Verónica y Luis.
Dramaturgos apasionados, ni se oyen, ni se ahuyentan.
Serían capaces de derramarse desde la punta de sus pies.
No cesan, no empiezan. Solo sirven para señalarse sus formas.
Formas de ramas únicas de árboles caídos. De ciervos en el bosque, sin sus problemas, sin la magia de la muerte.
Quizás no se entiendan Verónica y Luis.
Quizás no se sepan.
Viven de la ternura, de la ternura única de la que viven aquellos que así, simplemente así, se admiran.

3 comentarios:

Luisina dijo...

me encanta la estética de tus textos
y las imágenes que ponés.

un besote

bailarina dijo...

hola señorita. ando sin andar por estos sitios.
pero que lindas cosas que escribis. beso

Melania Rh.M dijo...

vi luz...y entre...lei ...y me gusto... seguire releyendo tus versos... saludos