lunes, mayo 19, 2008

Mujer

Una patada de caballo en el medio de la frente.
Se despertó aún dormida.
A centímetros de sus pestañas, los pétalos de alguna flor amarilla, producían un ruidito rasposo con la almohada y el viento.
Estaba desnuda entre las sábanas y del lado izquierdo, la ventana que daba al mar. Se levantó de la cama tímida y casi sin pretextos. Miró por la ventana y usando su memoria selectiva, se acordó de pequeños instantes de ayer.
Abrió la ventana, dándole la bienvenida a una brisa marina casi helada. Los pelos de todo el cuerpo se le erizaron en segundos.
Prefirió olvidar y extinguirse de a poco, imperceptible... Con el cerebro dando tumbos y el cuerpo suelto de sí mismo, sin articulaciones que obedezcan ni ojos que oculten, como para por lo menos otorgarle una muerte sin sufrimiento.
Posó sus pies, de alguna manera, sobre el escritorio desnudo delante de la ventana. Incorporada, ahí tan alto, se animaba a la distancia que le deparaba. Miraba por la ventana, abajo, las piedras y el oleaje del mar, y arriba nubes desteñidas, grises, del cielo. Arriesgó un pié en el marco de la ventana. Después, otro pié.
Cuando estuvo de frente a su final, de frente al último lugar que visitaría en su vida, solo pensó en si alguna vez había amado, si alguna vez había sido amada; si había sido una musa aunque sea por un segundo, si había acariciado lo suficiente en sueños a sus frustrados futuros hijos. Pensó en la locura que albergaron aquellos que se suicidaron, aunque sólo haya sido una vez.
Cerró los ojos. La envejecieron un poco más, dos minutos.
Recordó el sabor del vinagre, la sensación de estar descalza sobre el pasto. Recordó un paso de baile de tango. Recordó cuándo imaginaba, jugando con fuego, a que era invencible. Recordó noches y días prestados, junto a personas inalcanzables. La primera vez que prendió un cigarrillo o que se sintió única.
Mujer. Mujer todo el tiempo y de todas las formas. Fué todas las mujeres en dos minutos. Fuertes, solas, alegres, prendidas del pasado, aburridas, suaves, primeras, tristes, predescibles, sensibles, hacendosas, perdidas, desperdiciadas, mal agradecidas, frías, risueñas, sabias, áridas, destempladas, últimas, hermosas, lentas, cuerdas, cálidas, calladas, frágiles, espantosas.
Mujer. Mujer todo el tiempo y de todas formas. Dejó de ser todas ellas, en dos minutos más.

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