lunes, mayo 12, 2008

La Soledad


Juro que no me gusta mentir. Pero también juro que lo hago a menudo. Miento sobre mi compañía, miento sobre mi soledad.
Miento acerca de cuánto necesito una soga, aveces. De la cual aferrarme, de la cual sentirme un extremo.
Extrema.
Eso es lo que soy, la mayoría del tiempo. Pienso, en extremo. Analizo, extremadamente, cada tiempo, cada paso...Las palabras que escucho o que leo, sean mías o agenas. ¿Quién va a leer esto?.
Es un ramillete de palabras libradas a la nada, es un manojo de pensamientos purgados, tirados al infinito. A un infinito espiral que se prolonga más y más cada vez, que es más y más profundo...pareciera que voy a morirme del mareo y del desconcierto, antes de estrellarme con algo. Aunque sea un planeta, un colchón, una boca, o el suelo frío.
Tengo bien marcados mis puertos, tengo bien marcada la escazés de éstos.
Pareciera que mi vida comenzó teniendo muchos, y que cada año, cada paso del tiempo, se van gastando, se van venciendo...y que cada día nuevo, cada abrir de ojos, significa que se van atardeciendo de a poco... y ahí es cuando me encuentro cada vez más sola.
Me aferro a lo que tengo como si de ello dependiera mi vida. Me agarro como puedo, destinando todas mis fuerzas, arañando, tratando de no ahogarme en el silencio, en minutos repetidos, en acciones sin principio, ni final, ni contexto ni nada. Es que me hundo, si no...
Momento.
Pareciera que eso cada vez importa menos, a mi, al resto. Quizás es contra lo que me toque luchar, aunque existe la posibilidad de que me parezca a las arenas movedizas y cuanto mas luche, más rapido me hunda.
Es la vida ésta, o es una fantasía?
Vivir un eterno carma? y si no, cómo ponerle fin?.
Ni pastillas, ni un psicólogo, ni las drogas, ni las corridas a las tres de la mañana... sé que nada de ésto va a salvarme de mí misma.
Con cuanta angustia tengo que escribir para querer pegarme un tiro y dejar de mencionar continuamente que no puedo hallar la paz o la tranquilidad... que hace días que no duermo tranquila, que no puedo dejar de pensar, que la vida pareciera que se ríe y me obliga a pensar en cosas que realmente no son tan importantes. La mirada de otros, que me obliga a comportarme como una persona coherente. "Que hay que lavarse las manos despues de ir al baño" y "los dientes antes de dormir" y que tengo que ir a un ginecólogo cada seis meses. ¿Qué son éstas?.
Puras ironías.
Mi vida, o mi atención, están en otro lado y eso nadie, nunca nadie, va a entenderlo o va a acompañarme.
Caigo, simplemente caigo y de vez en cuando, para no darme tan duro con los obstáculos tengo la suerte de hallar burbujas perdidas en el recorrido. Esas burbujas, con nombre y apellido, me alivian el golpe casi permanente, pero no pueden hacer magia y tarde o temprano se explotarán...espero, realmente espero, que no.

2 comentarios:

Jimena Arnolfi dijo...

Saludos mujer! Gracias por pasarte por allá!

Leandro dijo...

Hola, leyendo el blog de Jimena llegué al tuyo. pen´se que el del Jime era oscuro, pero acabo de leer algo que cambió mi parecer... NO tengo mucho para agrgar salvo que a veces no es necesario salir por la calle a gritar para pedir auxilio...¿o no? Ecribiendo, muchas veces, los pedidos quedan más que claros..

Gracias, muy lindo texto..
Beso