El Deseo

Imaginar unas manos cómodas, o una pestaña flotando en la densidad del agua de adentro de una fuente.

Alguien seguro tiró una moneda, para agregarle fuerza a ése deseo.

Cuando deseamos, deseamos fuerte, creemos en todas las teorías, en todos los dioses, en todas las fuerzas sobrenaturales. Creemos en la suerte y en la superstición, en las brujas, en los reyes magos. Creemos en las leyendas, en las teorías que no son certezas. Creemos en todas las maravillas superpoderosas.

Creemos en lo que nos dijeron toda la vida, y creemos en lo que nos acaban de contar. Estamos de acuerdo con todo, somos más permisivos. Cuando deseamos fuerte, cuando deseamos fervientemente, no perdemos el foco. En todo momento tenemos claro lo que nos ancla y lo que nos vuela. Cuando deseamos, ponemos la atención y la energía en ése lugar, y descubrimos rápidamente, que los buenos pensamientos en cuanto a nuestro deseo, ayuda titánicamente.

Desear amor, desear compañía, desear risa, desear inviernos, desear éxito, desear dinero, desear la confianza de alguien, la atención de otro. Desear un plato de comida, desear que pare de llover o que no llueva. Desear que todo sea un poco más fácil, desear a una persona, desear silencio. Desear no haber hecho algo, desear que el tiempo vuelva atrás o desear que pase rápido, muy rápido. Desear estar en otro lugar, desear estar escuchando una canción. Desear un abrazo, que nos digan una linda palabra. Desear que empiece o desear que termine. Quizas desear nunca haber nacido, aunque sea durante unos minutos. Desear que el otro se quede mudo, para que por fin pueda escucharnos. Desear otros padres, otra pareja, otros hijos. Desear cosas oscuras y "prohibidas". Desear que alguien desaparezca, aunque sea uno mismo.